La argumentación jurídica es la
vida de un abogado, no existe letrado alguno que no conozca el arte de
argumentar; pues desde que un cliente nos consulta, ya empezamos a emplearla,
pues tenemos que convencer al propio cliente de que la medida que estamos
tomando es la mas adecuada, la que esta conforme a ley, y que le es mas
favorable; posteriormente en el ejercicio de la abogacía ante los tribunales,
es mas notorio y loable su uso, pues no solo se intentará convencer a un Juez
de nuestros alegatos conjuntamente con medios probatorios, sino que la
argumentación también se manifiesta cuando contradecimos a la parte contraria
sea Demandante o Demandado, y aunque no lo exista como es el caso de un
procedimiento administrativo, también trataremos de convencer a la autoridad
administrativa del error que ha incurrido o del daño que se nos esta causando;
pues la argumentación es algo más que simple palabras usadas para convencer,
son algo mas que eso, pues en ellas se debe plasmar el objetivo que se persigue
y la estrategia argumentativa que se utilizará para lograrlo, identificar con
toda objetividad los hechos y el valor jurídico que tiene, diseñar
adecuadamente el discurso con orden, coherencia y cohesión para lograr
convencer al juez, y utilizar técnicas argumentativas disuasorias para presentarlas
en los alegatos de apertura y de clausura. Pues como se dijo líneas arriba la
argumentación es todo un arte, y como tal no se aprende de la noche a la
mañana, se aprende con la práctica continua y constante a lo largo del
ejercicio de la abogacía, es así que se nos convierte primero como un hábito y
posteriormente se convierte en nuestra vida.
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